lunes, 27 de junio de 2011

Genes pobres

Más castas, ¿genética, apoyo familiar y social, profesores preparados y capaces, dónde reside el fracaso de la educación española?
Es de desear que los dirigentes de la CEOE entiendan más de empresas que de educación, porque si no debiéramos llevarlos a hacer el correspondiente estudio genético. Los genes se han convertido en un arma ideológica para retroceder en el tiempo hacia el siglo XVIII o XIX, en especial en las condiciones laborales y en el ahorro del dinero público dedicado a salud y enseñanza.
No sé quiénes son tan afamados investigadores que se han llevado por delante todo lo que la humanidad en conjunto y los especialistas han considerado importante a lo largo de estos siglos. Es decir, que nos podemos ahorrar el dinero en educación porque solo es una capacidad innata y no hay nada que potenciar.
Tales conclusiones quedan desmentidas por la realidad. Los países que más dedican a formación del profesorado y a educación alcanzan las cotas más altas en desarrollo cultural. No conozco ni la genética ni la especialidad de los "expertos" que lo elaboraron, pero el estudio es sospechoso de vender "gato por liebre", como se dice popularmente. Para muestra un botón: hay mayor correlación entre el nivel educativo de los padres y de los hijos biológicos que el de los adoptivos. Tampoco entienden que la capacidad educativa y el aprendizaje, además del gen correspondiente, necesitan de otra serie de factores, entre ellos la seguridad emocional, y que las situaciones traumáticas, las inhibiciones y otros síntomas psicopatológicos influyen en el rendimiento escolar.
Los ilustres estudios quieren retrotraernos a siglos pasados, a los de "la letra con sangre entra" o el que no estudia es un tonto. Olvidemos la complejidad humana y creamos que solo somos un conjunto de genes de mayor o menor calidad. Ya llegaremos a razas superiores e inferiores. Demos tiempo al tiempo. BEATRIZ SALZBERG (Psicóloga clínica-psicoanalista.) - Barcelona - 27/06/2011

Otra más,
 De todos es bien sabido que uno de los grandes problemas de nuestro sistema educativo es el fracaso escolar: el 31% de los jóvenes abandonan la escuela prematuramente. Para ese problema ya habíamos encontrado una solución: en este año de crisis económica el porcentaje había bajado tres puntos. Las mentes lúcidas que dirigen nuestra educación ya empezaban a sonreír: bastaban cinco años más de dura crisis (me temo que se van a producir) para que nuestro porcentaje se situase en niveles europeos.
Pero hete aquí que la CEOE ha encontrado una solución más rápida y eficaz. La razón del fracaso escolar, según una investigación reciente, se encuentra en los genes. Poco importa el origen social del alumno, la mejor o peor escuela o el esfuerzo al que tanto se acude. ¡Son los genes, imbécil!, podríamos decir, parodiando la famosa frase sobre la economía. Y la CEOE, que como todo el mundo sabe es una potencia en investigación en España, conseguirá que en poco tiempo se pueda aislar ese gen y ¡fracaso escolar resuelto! Luego bastará con que a cada alumno que fracase se le anule el gen, y se convertirá en un alumno brillante que conseguirá el máximo éxito escolar.
Me queda la duda de qué pasa con esos alumnos que fracasan pero luego consiguen recuperarse, vuelven a la escuela y sacan adelante sus estudios. ¿Será porque han sufrido una mutación genética?
No me digan que no es un descubrimiento histórico. Ya no tendremos que preocuparnos de si el sistema educativo funciona bien o no, de si los profesores lo hacen bien o no, de si los alumnos se esfuerzan o no; anulado el gen del fracaso escolar todos seremos brillantes. Incluso los dirigentes de la CEOE y sus investigadores educativos. EMILIO GARCÍA PRIETO - Madrid - 25/06/2011.

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