viernes, 17 de octubre de 2008
Equilibrio, armonía
Que el centro de atención es el alumno lo alcanza a comprender el profesor muy tarde. Todos lo decimos y escribimos y comprendemos, el alumno tal y cual, pero es presunción teórica. Organizar la clase de modo que todo gire en torno a las necesidades del alumno es otra cosa, difícil, requiere aprendizaje, experiencia, equilibrio. Excepto en el caso de algunos muy dotados, se consigue muy tarde. Algunos no lo logran nunca. Miedos, inseguridad, soberbia, la mente centrada en cosas ajenas al aula. Los alumnos se ven como un obstáculo que hay que superar o en el caso de los profesores militantes, como objetos que se utilizan en dirección a un fin. Cuando se consigue, adaptar la clase a las necesidades del alumno, el profesor encuentra la razón de su trabajo y con ella la armonía.
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