Tengo la percepción subjetiva de que hay un 30% del profesorado que es muy bueno, un 60% que ejerce correctamente su profesión y un 10% que parece que no lo hace bien del todo. Por eso, necesitamos evaluar las buenas prácticas docentes y extender esas prácticas al resto del profesorado.Piensa, sin explicar qué criterios ha usado para ello, que la nueva ornada de profesores será mejor:
Tenemos una gran oportunidad porque en menos de 10 años la tercera parte del profesorado se jubilará y probablemente dos terceras partes de las direcciones también, con lo cual la oportunidad de formar al profesorado y a los equipos directivos es única.Reivindica el papel de los directores para ese trabajo:
capacidad para tomar decisiones, dirigir actividades relacionadas con el centro, tener autoridad reconocida dentro del grupo de profesores, rendir cuentas y ser evaluados, tanto los equipos directivos como el profesorado.Como cualquier prójimo piensa que él y su posición es el centro del mundo. Así que todo es cuestión de buenos gestores:
Hay un modelo continental de dirección basado en el funcionariado que tienen casi todos los países del continente europeo: Francia, Alemania, Italia, Austria. Y un modelo británico-escandinavo en el que se contrata a un director para que lleve adelante los objetivos de un centro y éste contrata más o menos al profesorado. Aquí no tenemos ni lo uno ni lo otro.Yo no estoy tan seguro que esa vaya a ser la solución de nuestros males. No, si lo único que se hace es confirmar a los equipos directivos en sus puestos, sin verificar con seriedad su idoneidad,
En la universidad ha ocurrido algo parecido en los últimos años, cómo los antiguos penenes han ido copando los cargos directivos y dictando los planes de estudio:
¿tiene sentido que los que menos se han dedicado a las tareas más específicamente relacionadas con el conocimiento prescriban a los demás lo que tienen que saber? O, yendo a la raíz del asunto, ¿es de recibo (muy especialmente a la luz de todo lo que se está viendo) que la excelencia no sea un elemento relevante para el acceso a los diferentes niveles de responsabilidad institucional?
2 comentarios:
Completamente de acuerdo. Un servidor ejerció durante 16 años consecutivos la dirección y la verdad es que estoy muy alarmado con los cantos a la jerarquía y el verticalismo del Sr. Mata. Si algo es esencial en la tarea directiva es promover el trabajo en equipo y saber crear entornos participativos, pero esta querencia por el ordeno y mando no parece ir en esa dirección. Nadie quiere ver los probables efectos perversos de esta nueva pasión evaluadora: disgregación de los equipos, sumisión, doble lenguaje, feudalización de los institutos, sálvese quien pueda, acomodación oportunista a la línea oficial, y di lo que quiera que yo ya haré lo que me convenga. Sí, es dificil acordar proyectos, pero la solución no está ne imponerlos. ¿Cuándo se empezará a dar importancia a la dirección de equipos humanos?. ¿Les van a enseñar a hacerlo a nuestros directores? ¿Les van a evaluar sobre ello?.
Me parece que tu idea de la marcha de los centros educativos va en dirección contraria al viento de la historia. Ten cuidado porque pueden detenerte por conducción temeraria.
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