Los padres gallegos elegirán la lengua de la enseñanza

¿Pueden los padres escoger el idioma de la enseñanza de sus hijos?, es decir, ¿puede un grupo de padres escoger el idioma de enseñanza que desean todos los padres, es decir, ¿puede el gobierno autonómico o nacional decidir cuál ha de ser el idioma vehicular de la enseñanza?, es decir, ¿puede el gobierno en nombre de un grupo de padres o de una ideología particular decidir cuál ha de ser el idioma vehicular de todo el mundo? Así están planteadas las cosas en la enseñanza, en particular, en las comunidades con idioma propio, desde hace muchos años. El conflicto existe por cuestión de principios, cuando sabemos por Groucho Marx que los principios son fácilmente intercambiables. La solución está al alcance de todo el mundo: consenso. La Ley de la Educación, y en general cualquier ley de importancia, ha de consensuarse entre los opciones mayoritarias por el bien y la salud de todos. Aunque es comprensible, pero indeseable, que los partidos quieran modelar la sociedad del modo más acorde a su necesidad de permanencia en el poder.

 El gobierno gallego ha presentó por fin el borrador del decreto de plurilingüismo. Asegura que se pretende «garantizar el equilibrio entre el gallego y el castellano y dar entrada a una tercera lengua». La Xunta cada cuatro años consultará a las familias con hijos en Primaria y Secundaria, para que opinen sobre la asignación lingüística. Si la mayoría por centros decide modificarla, se hará, abriéndose así la puerta a un sistema heterogéneo. En Bachillerato y Formación Profesional, será el centro educativo el encargado de hacer
la distribución, aunque deberá hacer una «oferta equilibrada».
En Educación Infantil se usará la lengua predominante del alumnado de la clase, que se determinará preguntando a los padres cuál es la lengua materna de los niños. Desde Primaria, las asignaturas se organizarán en dos bloques. Las Ciencias Sociales y Naturales se impartirán en gallego, y las Ciencias Exactas, en castellano. No obstante, los padres podrán cambiar esta distribución si lo deciden por mayoría.
La peor ideología, aquella que atiende a las raíces del bosque y al sentir de las piedras del lugar aparece en la reacción del secretario general de los socialistas gallegos, Pachi Vázquez. Se trataría de «la mayor afrenta» realizada nunca a la lengua gallega, y de que «No es impune atacar la seña de identidad de nuestro país».