jueves, 15 de abril de 2010

Lo único indispensable para la escuela es que haya maestros

"Lo único indispensable para la escuela es que haya maestros; el actual énfasis en todo tipo de aparatos (no sólo en el aparato de la 'enseñanza') destruye casi por completo la escuela". (Michael Oakeshott. Escrito en 1972).
Dice Savater que sólo Isaiah Berlin estaría a la altura de Michael Oakeshott como pensador político en la Inglaterra de su época.
De Michael Oakeshott aparece un libro póstumo: La voz del aprendizaje liberal (editorial Katz). De él extrae Savater algunas ideas relacionadas con la educación:
Educar consiste ante todo en iniciar a las personas en las aventuras de la autocomprensión, haciéndolas capaces de participar en la inacabable conversación cultural hecha de símbolos, creencias, indagaciones y sentimientos en la que históricamente crecemos y vivimos.

Lo que debe transmitir la enseñanza no es una simple y atareada preparación para el presente sino distanciarnos de él en beneficio del desarrollo de nuestra condición esencial. Componente básico de la idea de "escuela" es el alejamiento del mundo inmediato y local del estudiante, de las preocupaciones de momento de ese mundo y de la dirección que éste le da a la atención del estudiante, ya que tal es el significado correcto de la palabra schole (y no 'tiempo libre' ni 'ocio').
El compromiso educativo es a la vez una disciplina y una liberación; la una es posible en virtud de la otra. La recompensa es una emancipación del mero 'hecho de vivir', de las contingencias inmediatas de lugar y tiempo de nacimiento, de la tiranía del momento y del servilismo de una mera condición actual; es el reconocimiento de una identidad humana y de un carácter capaz, en cierta medida, de la aventura moral e intelectual que constituye una vida específicamente humana.

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