lunes, 27 de septiembre de 2010

¿Qué hacer con los libros de texto?

Esta carta,
Todos los años, al comienzo del curso escolar de mis hijos me encuentro con el mismo problema, cuando hay que hacer sitio para los nuevos libros de texto no sé qué hacer con los del año pasado. Me da pena tirarlos al contenedor de papel reciclado, pues considero que son algo más que simple papel. Han sido la hoja de ruta de todo un año escolar, la ventana a través de la cual mis hijos han podido ver un mundo lleno de personajes, números, colores, fotografías..., que les ha brindado la oportunidad de ir formándose como personas, las herramientas para seguir avanzando en la aventura de la vida, y de la noche a la mañana, parece que, de repente, ya no sirven.
Intento buscar alguna ONG, colegio, instituto, biblioteca o cualquier otra institución que se haga cargo de ellos, que le puedan dar un aprovechamiento mejor y más digno que el vertedero de basura, aunque sea reciclada, pero no hay manera. Seguro que en estos momentos habrá familias que no puedan costear el capítulo de los libros escolares de sus hijos, o que lo hagan con un gran sacrificio.
¿No se podría articular algún procedimiento para que esos libros se pudieran hacer llegar a los alumnos que lo necesitan?
Se me ocurre un banco de libros de texto, pero, por favor, que a nadie se le ocurra poner al frente a ninguna de las editoriales que estos días hacen su "septiembre".
JUAN ANTONIO SOLERA VILLENA - Murcia - 25/09/2010

1 comentario:

Tasinha dijo...

Estoy de acuerdo...

Tengo el mismo problema, muchos libros de texto usados y algunos prácticamente nuevos.
He buscado alguna ONG, una biblioteca central que acepte libros, pero de momento no he obtenido una respuesta convincente. He encontrado una OGN de Madrid que acepta libros de texto pero, como mínimo, tienes que enviarles 300 unidades lo que supondría ponerse de acuerdo con otros padres de la escuela o instituto.

Mandar tantos libros a otra comunidad, no me parece la alternativa correcta, porque, seguramente habrá muchos niños que los necesitan, o familias que tienen que hacer grandes sacrificios para conseguirlos en nuestra localidad.

Yo, personalmente he vendido los libros que he podido, a personas que aún no habían encargado los suyos. Pero eso no es suficiente, el caso es que alguien tiene que crear un organismo que gestione estos libros usados que aun sirven a otros. No sé si son los institutos, las editoriales o los ayuntamientos los responsables de tomar medidas, pero, pienso proponer al consejo escolar y jefatura de mi instituto algún tipo de medida para recoger y reutilizar los libros de texto con vida útil.

Si cada ciudadano donara, vendiera o reciclara sus libros usados, supondría un beneficio tanto a personas como al medio ambiente.