Las marías. La gimnasia, los trabajos manuales, el dibujo. Ahora me doy cuenta de la falta que me han hecho esas tres disciplinas en la vida y de lo engorrosas que me resultaban en el colegio. Las marías. La odiosa clase de gimnasia con el potro de tortura; el último coletazo de la Sección Femenina en la de trabajos manuales, con la consabida canastilla; el dibujo lineal, en fin, me faltan las palabras para definir lo que sentía por el dibujo lineal. La psicomotricidad gruesa y la psicomotricidad fina. La maña, la destreza física. Cómo nos hicieron detestar cosas que luego desearíamos haber aprendido de otra manera. En la gimnasia se temía a la caída y al ridículo; a los trabajos manuales se les tomaba manía y eso que era lo más cercano al juego infantil; puede que la forma de evaluar el dibujo dividiera casi desde el principio a los torpes de los virtuosos. La consecuencia es que lo que uno deseaba era acabar cuanto antes con la pesadilla de potro-pino-láminas y dedicarse a cosas serias.
lunes, 13 de junio de 2011
"Poca cama, poco plato y mucho zapato"
Lo necesario que nos parecía superfluo. De ello nos habla Elvira Lindo: La mala enseñanza no solo nos hace perder el tiempo, nos roba felicidad futura.
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