miércoles, 9 de noviembre de 2011

"La varita mágica"


Un pastor evangélico de Tennessee Michael Pearl, que tienecinco hijos, ha escrito el libro Cómo educar a tu hijo, impreso por primera vez en 1994, del que se han imprimido 670.000 copias y traducido a numerosos idiomas, entre ellos el español. Es muy popular entre los padres que educan a hijos en casa, sin llevarlos a la escuela, una práctica común entre los 80 millones de cristianos evangélicos del país.  En EE UU más de dos millones de niños no acuden a la escuela porque les educan sus propios padres, casi siempre por motivos religiosos; no quieren que se les enseñe la teoría de la evolución, por ejemplo.
El primer capítulo se titula: "Pégale a tu hijo".
"Una experiencia particularmente dolorosa para la madre lactante es el bebé que muerde. Mi esposa no perdió tiempo para encontrar un remedio. Cuando el bebé la mordía, ella le tiraba del cabello (hay que buscar una alternativa para los bebés sin pelo)".
"Puede ser que experimentes sentimientos que te impidan pegarle a tu hijo, pero eso no es amor. Dios, que creó a los niños, y sabe lo que más les conviene, ordena a los padres que usen la fusta". (El pastor Pearl la Biblia aconseja el uso de la fusta, a la que llama "varita mágica")."Para el menor de un año, basta una vara de sauce, de 25-30 centímetros de largo y medio centímetro de diámetro, sin nudos que le puedan cortar la piel". 
Aconseja enfáticamente pegarles a los niños con una tubería flexible de plástico, de 0,6 centímetros de diámetro, porque duele, pero no daña gravemente la piel.

Parece que los consejos de ese manual, llevados al extremo, han provocado al menos tres muertes en los años recientes. Hace un mes comenzó el juicio contra un matrimonio de Washington por maltratar hasta la muerte a su hija adoptada. Emplearon para ello el manual de castigo del pastor Pearl. Fue la tubería la que acabó con la vida de la pequeña Hana, nacida en Etiopía pero adoptada, junto a su hermano menor, por el matrimonio formado por Larry y Carri Williams, del Estado de Washington. Hana, de 11 años, que se comportaba con cierta rebeldía, apareció muerta en el patio familiar en mayo, desnuda, desnutrida y congelada. Sus padres, fieles seguidores de la doctrina Pearl, la habían sometido a un castigo corporal implacable.

El tubo de castigo se empleó también en 2010 en California, en la muerte de la pequeña Lydia Schatz, de siete años, adoptada de Liberia. Sus padres adoptivos, Kevin y Elizabeth Schatz, la sometieron a una brutal paliza, con parones para rezar. La niña, que tenía ocho hermanastros, murió por las heridas y hemorragias provocadas. Los padres se declararon culpables y están ambos en prisión.

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