Buscando causas, siempre que no contravengan sus prejuicios, encuentra en la inmigración y la desigualdad entre las red pública y la privada el origen del declive educativo de Cataluña. Dos obviedades. Pero es que hay datos contundentes por encima y por debajo de tales obviedades. Los alumnos de la élite privada que están en lo más alto en la prueba de ciencias, por ejemplo -4,6 por ciento-, están muy por debajo de sus coetáneos -hablamos de los chavales de 15 años del informe- de la OCDE -9 por ciento-, y más abajo aún si se les compara con los británicos -13,7 por ciento- o con los alemanes -11,8 por ciento. Si nos detenemos en la prueba de comprensión lectora, el resbalón es mayor todavía: 3,1 por ciento. Justo lo contrario sucede en la zona de mínimos. Ahí, el porcentaje de alumnos que no entiende nada asciende al 19 por ciento en ciencias y al 21 por ciento en lectura. El informe concluye:
El sistema educatiu català no garanteix l’accés a un nivell bàsic de competències educatives a una part important del seu alumnat. Aproximadament un 20% dels alumnes catalans de 15 anys no estan preparats per atendre etapes educatives superiors ni per incorporar-se a ocupacions mínimament qualificades del mercat de treball.Hay un par de observaciones que deberían hacer enrojecer a las autoridades educativas catalanas, pero no pasarán ese mal trago, porque tienen el rostro y el estómago endurecidos y porque la sociedad lleva mucho tiempo anestesiada como para pedir cuentas. Son estas:
En la comparació internacional, la puntuació de l’alumnat no nadiu a Catalunya és la més baixa de tots els països de la mostra.
A Catalunya es perpetua una gran desigualtat d’oportunitats educatives segons l’origen socioeconòmic i cultural de l’alumnat. L’alumnat d’estatus socioeconòmic baix obté 84 punts menys en ciències que l’alumnat d’estatus socioeconòmic alt.
No hay comentarios:
Publicar un comentario