lunes, 13 de octubre de 2008

¿Qué está pasando en Italia?

El desastre generalizado de la educación no es privativo de España. En todos los países se intenta poner remedio. Desgraciadamente, la educación está en primera línea de la pelea política. La mente del niño es el campo más goloso para la colonizació ideológica.
¿Qué está pasando en Italia? La nueva ministra  del sector entró con una fuerza inusitada, con la intención de recuperar el orden y el prestigio perdidos por una escuela pública. Italia ocupa el último lugar, por detrás de la República Checa, en gasto: menos del 10% del presupuesto va para educación. Y ocupa la posición 23, tras Eslovenia, en remuneración de profesores. ¿Qué hacer? Versiones digitalizadas de los libros de texto y frenar el recambio demasiado veloz de los textos con ediciones sucesivas, una medida que hace pupa a los editores de libros. La obligación de volver al babi en primaria, justificada para poner orden en las aulas y acabar con las diferencias sociales. Reintroducir la nota en conducta para controlar "el matonismo y la indisciplina". Si los alumnos no pasan del 5 en conducta, se arriesgan a repetir el curso entero. Recuperar las notas numéricas para todas las asignaturas en primaria y secundaria, e introducir la enseñanza obligatoria de la educación cívica, Ciudadanía y Constitución, con atención especial al civismo ecológico y la educación vial, en todos los cursos.
Pero la medida más contundente estaba por llegar. En primaria hay demasiados maestros y están mal pagados. 240.000 funcionarios son demasiados para las 18.163 escuelas primarias. Hay que reducir la cifra y aumentar los salarios. Los sindicatos dicen que se despedirá al menos a 87.000 docentes y 44.000 auxiliares y administrativos. "No se trata de un mero recorte, sino del desmantelamiento de la escuela pública". La reforma prevé recortar el gasto educativo en 8.000 millones de euros y bajar la educación obligatoria de los 16 años a los 14. El decreto obligará al maestro único a cubrir todas las horas de la jornada completa. Impone que los libros de texto duren como mínimo cinco años en primaria y seis en secundaria. Permite al Gobierno destinar fondos a las escuelas privadas y captar patrocinadores para pagar reformas de edificios y estructuras deportivas. Y reducirá la semana escolar de primaria en casi un 50%.
La situación de la escuela es dramática, las medidas contundentes.

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