lunes, 28 de septiembre de 2009

No es verdad que no sea verdad

Ricardo Moreno, autor del ya célebre Panfleto antipedagógico, desmonta punto por punto el Manifiesto Pedagógico No es verdad que salió hace unos meses en la prensa y circula por internet demandando firmas que nieguen lo evidente que la educación en España hace aguas por los cuatro costados. Moreno somete el manifiesto de los pedagogos al principio de realidad y los resultados son los esperables. Comienza de esta manera:
Además, los procedimientos más habitualmente utilizados por pedagogos para construir discursos vacíos aparecen a lo largo de todo el texto muy mal disimulados, de modo que ésta es una buena ocasión para ponerlos en evidencia. Cuatro son los más corrientes:
1. Inventar situaciones que no hay o prejuicios que no existen. Lógicamente, el discurso elaborado para luchar contra ese enemigo inexistente no es más que un cúmulo de vaciedades.
2. Identificar lo tradicional con lo malo y lo novedoso con lo bueno. De esta manera se consiguen dos cosas. La primera, mantener la propia imagen, siempre tan gratificante, de innovadores y vanguardistas. La segunda, descalificar a quien disiente tachándolo sin más de nostálgico y anclado en el pasado, ahorrándose de este modo el esfuerzo de pensar, trámite siempre difícil y doloroso, qué duda cabe, pero indispensable para elaborar argumentos racionales.
3. Proclamar como propias de nuestro tiempo situaciones que han existido siempre.
4. Proponer como innovaciones lo que han hecho desde siempre todos los buenos profesores.

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