viernes, 9 de octubre de 2009

Banderas ondulantes

Este año tengo compañeras monjas. Dan clase de inglés, pero también de biología. Choca, si uno piensa en sus acendrados prejuicios, en ese caparazón, con tantos desgarrones, con el que cubren el mapa de la vida. Ya se sabe qué dirán sobre concepciones y contracepciones, sobre muertes dulces y violentas.

No debería sorprenderme tanto. ¿Acaso no he tenido otros compañeros, muchos más, que han cultivado la superstición de la nación y la han plantado sin reparos en corazones jóvenes, y otros que anhelaron la patria socialista y emborronaron muchas páginas del libro de historia con tal de que no afearan el ondear ondulante de la roja bandera?

No se puede encontrar un profesor sin mácula. Yo mismo. De lo que se trata es de la convivencia de prejuicios encontrados con tal de que el corazón joven no se entusiasme demasiado.

No hay comentarios: