Recompensar la holgazanería

Quien suscribe parece muy enfadada,

Anonadada. Yo es que ya no doy crédito. Con 23 años, carrera, máster, dominio perfecto de cuatro idiomas logrado a base de vivir en el extranjero, un trabajo muy inferior a mi cualificación, sin contrato –después de haber rendido mis 600 horas de prácticas por amor al arte, claro está– y procurando no rechistar en exceso porque no está el horno para bollos, perpleja me quedo al leer artículos varios sobre la posibilidad de la Generalitat destine 20 millones de euros a formar y pagar los salarios de 5.500 ni-nis –ya saben, aquellos que por no hacer, ni estudian ni trabajan ni tienen mínimas intenciones de ello–.
Es deplorable que en la televisión haya programas que, por mucho que alardeen de pseudocrítica, acaban fomentando que los ni-nis estén de moda. Pero que se premie a esta cuadrilla de holgazanes es el colmo de las tantas políticas de promoción de vagos de las que presume el impúdico populismo político que tanto abunda hoy en día. Y sin atisbo de rubor. 
Para mayor recochineo, hay quien tiene el descaro de justificar que estos jóvenes no estudian porque no les sirve demasiado, porque luego les cuesta mucho encontrar trabajo. Con un par.
Me pregunto qué tipo de fines partidistas podría tener semejante desfachatez. O es que los propios hijos de los políticos pecan de no dar palo al agua o esto no hay quien lo explique. Por mi parte, y sin ser una tránsfuga, yo me voy del país. Andrea Nicolás. Viana (Navarra). (El Mundo, 9.11.10)