jueves, 27 de noviembre de 2008

La universidad española, la peor

La universidad española, la peor. Según el Lisbon Council, un centro de estudios sobre asuntos europeos de Bruselas, España ocupa el último lugar en un ránking sobre la calidad de los sistemas educativos superiores en 15 países de Europa más Estados Unidos y Australia.
Entre los criterios prácticos para establecer la clasificación: la inclusividad -el número de titulados que un país produce con respecto a la población en edad de estudiar-,la  efectividad -la capacidad de producir titulados con capacidades adaptadas a las necesidades del mercado de trabajo del país- y la respuesta -la capacidad del sistema de reformarse y cambiar para adaptarse-. Son criterios diferentes de los más objetivos del ranking de la universidad de Shanghai, que, en busca de la excelencia contabiliza premios Nobel entre su profesorado y ex alumnos o el número de citas en revistas científicas. Sin embargo, las conclusiones para la universidad española son las mismas.

Otro dato interesante es que sólo un 2% de universitarios extranjeros acuden a realizar sus estudios en España, a pesar de que sea repetidamente es el país favorito de los veinteañeros de la UE que elijen un país para pasar con el programa Erasmus.

En otro Ránking Mundial de Universidades en la Web elaborado por el Laboratorio de Cibermetría del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), las cosas tampoco mejoran. No hay ninguna universidad española entre las 50 primeras de la relación correspondiente a Europa y sólo siete (Complutense, Sevilla, Barcelona, Autónoma de Barcelona, Politécnica de Cataluña, Granada y Politécnica de Valencia) se hallan entre las 100 primeras. Su paupérrimo orden continental (52, 57, 62, 75, 80, 90 y 95) cae a un estremecedor 173, 185, 196, 224, 236, 255 y 269, respectivamente, si se tiene en cuenta el orden global.

Mientras tanto, la protesta antibolonia se recrudece. Los rectores afectados por las revueltas piden ayuda al Gobierno. En una carta confidencial avisan de que el problema se extiende a otras capas sociales. 

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