martes, 16 de diciembre de 2008

Enseñar a enseñar. El nuevo máster para el profesor novel.

Durante años nos han abrumado con su palabrería psicopedagógica, inculcándonos un sentimiento de culpa -éramos culpables del fracaso escolar- que nos inhabilitaba para plantarles cara, defendernos y ofrecer análisis más certeros. Pretendían que lo que estaba ocuriendo ante nuestros ojos no era lo cierto. Éramos ciegos, vagos, tontos.
Las tornas están cambiando. Por fin la gente se está atreviendo y está desnudando a esa pandilla de quiromantes.
Se ha levantado un bonita polvareda en torno al asunto del Nuevo Máster de Formación del Profesorado (ECI/3858/2007), que no es más que un CAP, más largo y más caro. 
Los futuros profesores, nos decían y mantienen ahora, deben "aprender a enseñar" y los alumnos "aprender a aprender". Para eso están ellos, los especialistas (con sus propios intereses corporativos), para "enseñar a enseñar". De ahí la necesidad del Máster.
¿Por qué el CAP ha sido una estafa y una vergüenza todos estos años? No porque fuera muy corto, sino porque es falso que quien no sabe matemáticas pueda enseñar a enseñar matemáticas. Y todavía es más falso que haya un saber que no sea ni física, ni latín, ni geografía, y cuyo contenido sea el enseñar en general para cualquiera de esas disciplinas. Un profesor debe saber captar la atención de los alumnos enseñándoles a amar el conocimiento, y para lograrlo no hay otra garantía que su propio amor por el conocimiento.
El acceso a la profesión de profesor, como a la de juez o a la de médico, no debería hacerse sin haber superado un periodo de prácticas seriamente concebido, tutelado, y remunerado. Y por cierto que sólo una vez acreditada una formación no básica y generalista, sino avanzada y específica en un campo determinado de conocimiento.
Nadie mejor que los profesores en ejercicio para saber y enseñar qué es eso de enseñar y por tanto para ayudar a los profesores noveles.

No hay comentarios: