Una de las cosas más difíciles de entender es el calendario universitario. Es incomprensible que haya tantos tiempos muertos, sin clases, sin apena actividad para los estudiantes. Con la excusa del periodo de exámenes, pasan largos periodos sin hacer nada. Ahora por ejemplo. Hay facultades que llevan desde mediados de diciembre sin clases, que no se reanuarán hasta finales de febrero. La excusa es preparar los exámenes semestrales: dos, tres o cuatro como mucho. ¿Cómo justificar tanto derroche de tiempo y de recursos?
Ahora los rectores españoles se plantean reformar ese calendario, adelantar ls clases a septiembre y las recuperacione a julio, aunque no parece que la reforma vaya en la dirección correcta.
La propuesta pide adelantar el curso a principios de septiembre y acabarlo en mayo. Los exámenes de recuperación de septiembre se adelantarían a principios de julio. Algunas universidades han cambiado ya su calendario, como la de Alicante, la Politécnica de Cataluña o la Carlos III de Madrid. Otras tienen previsto hacerlo o lo están estudiando.
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