lunes, 27 de abril de 2009

Coeducacón o segregación por sexos

En toda cuestión debatida suele haber un argumento dominante. Si es bueno, termina por imponerse. Veamos.
Si el punto de vista es el aprendizaje y se acepta que chicos y chicas tienen una maduración psicológica diferene, entonces, la segregación por sexos sería positiva.
La educación diferenciada mejora el rendimiento escolar y la disciplina, aunque sólo si los profesores reciben la formación adecuada para ello. De los más de 500 centros públicos que segregan en EE UU (en 2002 había 11) 25 lo están completamente (en Iowa o Alabama la mejora, sobre todo en el caso de los chicos, fue espectacular); el resto admite a niños y niñas pero les coloca en clases distintas. No se trata de una cuestión de volver al pasado, de izquierdas o derechas, ni de laicidad o religión (en España la inmensa mayoría de los centros que segregan están vinculados a conservadores católicos), sino que hay argumentos suficientes para que la separación por sexo en la escuela sea una opción legítima para los padres y, por lo tanto, debe estar al alcance gratuitamente a través de oferta pública. Leonard Sax, presidente de la Asociación Nacional para la Educación Pública de un Solo Sexo en Estados Unidos (NASSPE)
Si el punto de vista es la educación, el aprendizaje de la convivenvia, el conocimiento del otro, entonces, la coeducación es el mejor sistema y el que mejor se amolda al sistema democrático.
No podemos romper consensos básicos como el del mutuo conocimiento. Argumentos puede haber de todo tipo. Hay quien dice que ellas rinden más. Si esto fuera cierto, cosa que está por ver, ¿por qué no hacemos itinerarios o centros con los "torpes" y con los "listos"? Creo que se aprende más, tanto académica como emocionalmente, cuando nos mezclamos unos con otros. Rafael Feito, profesor de Sociología de la Educación de la Universidad Complutense.

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