Un maestro plantea si alguien sabe qué es santiguarse. Los alumnos dudan, pero al final responden que es hacerse una cruz sobre sí mismo. «¿Y quién se santigua?», pregunta el docente. «Los futbolistas», contestan, convencidos, los niños.Que el Consell Escolar de Catalunya haya aprobado una propuesta para cambiar el nombre de las vacaciones de Semana Santa y Navidad por Vacaciones de Primavera y de Invierno no debería sorprender en una sociedad que tiende a la laicidad como sostiene El Periódico. Sin embargo, es llamativo que se cambien los nombres pero que se conserven los rituales, las fiestas de origen religioso y las fechas. Ya lo intentaron los revolucionarios franceses cuando su reforma del calendario y la entronización de la diosa Razón. Y hace pocos años, en L'Hospitalet de Llobregat, las autoridades pertinentes prohibierono las procesiones de Semana Santa, porque según ellos nada tenían que ver con las tradiciones del lugar, aunque nada pudieran contra la voluntad de los inmigrados andaluces que siguen organizando procesiones religiosas al margen de la potestad eclesiástica. También es llamativo que al mismo tiempo se introduzcan en el calendario laboral festividades de otras religiones, como la fiesta musulmana del cordero en Ceuta o en Melilla. Hay una contradicción divertida entre los que quieren revivir los mitos del pasado nacional y los que por su parte, a veces los mismos, quieren enterrar la mitología cristiana.
Esta situación real, recogida en el libro de Salvador Alsius Hem perdut l’oremus. Petita enciclopèdia de la cultura catòlica.
martes, 20 de octubre de 2009
Vacaciones de primavera y de invierno
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario