jueves, 5 de noviembre de 2009

¿Hay que prolongar la escolarización hasta los 18 años?

A simple vista hay razones para estar en contra de esa ampliación: Retraso en la emancipación de los jóvenes, graves complicaciones en las aulas con los que no quieren estudiar, exceso en el papel del Estado imponiendo su norma frente a la autonomía de los individuos.

Por otro lado, la cifra de abandono escolar en España (con más del 30%) es muy alta y ello implica baja formación escolar y profesional de nuestros jóvenes y por tanto falta de preparación pra competir en el mercado laboral. Por supuesto, con la ampliación de la educación obligatoria, se reduciría el número de parados, lo que contentaría a nuestros políticos, habría menos muchachos en la calle mano sobre mano y, de paso, más profesores atendiendo en las aulas a más alumnos. Menos parados, más plazas de profes, parece bonito. Ya hay muchos países, Alemania, Bélgica, Holanda, muchos estados de EE UU, Hungría Polonia, Israel, y otros que lo están estudiando, en los que la escolarización ya es obligatoria hasta esa edad.

Los que apoyan la medida tienen sólidas razones.
El profesor de Toronto Philip Oreopoulos calcula que un año más de escolarización obligatoria aumenta de media un 10% la riqueza que obtendrá una persona a lo largo de su vida, que las tasas de abandono escolar caerán un 1,4% y que las de matriculación en la escolarización posobligatoria subirán un 1,5%.
También son razonables quienes se oponen:
"Se puede escolarizar obligatoriamente a los niños, pero no a los adultos. Si fuera posible, sería contraproducente: los forzados complicarían la vida en las escuelas. Y aun cuando no fuera contraproducente, sería estéril: los forzados no ganarían nada, y mucho menos la economía" (Julio Carabaña, Complutense).


"¿Hasta qué punto tiene la sociedad derecho a obligar a una persona a permanecer escolarizada hasta los 18 años? Por muy importante que sea el conocimiento y por muy beneficiosa que pueda (y digo pueda) resultar la educación, no debemos olvidar que estamos hablando de una forma de institucionalización, de internamiento forzoso a tiempo parcial" (Mariano Fernández Enguita, Universidad de Salamanca).
La cuestión es que si quieren los mayores de 18 años ya pueden quedarse en clase, tienen ese derecho aunque no sea obligatorio. Por qué obligarlos y cómo. ¿Habrá que pagarles para que asistan a clase?

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