Copiar o no copiar

La conferencia que el ministro Gabilondo daba en Málaga se titulaba 'Universidad, sociedad y territorio', pero quizá debiera haberse titulado 'Universidad, humor y territorio' por ese inveterada costumbre del andaluz (¿es un tópico?) para sacarle chispa a casi todo. Si no no se entiende la duda que aparece en las palabras del ministro en torno a la cuestión de los exámenes planteada por la Universidad de Sevilla que regula cómo actuar tras sorprender a un alumno copiando en un examen.

 "Espero que busquemos fórmulas de aprendizaje lo suficientemente innovadoras, próximas, de evaluación contínua y que no lleven a la necesidad de hacer un examen convencional. Formas de examen que no dependan tanto de asuntos memorísticos, de copiar o no copiar".

La evaluación continua está bien para los alumnos de la ESO, pero el ministro debiera saber que los exámenes no sólo son una evaluación de los conocimientos, también es un sistema de competición y de selección de personal. Llegados a un determinado nivel se ofrecen unas pocas plazas con muchos demandantes y la selección se hace necesaria. Se han probado sistemas alternativos, pero han resultado ser menos igualitarios, con mayor margen para el nepotismo y la arbitrariedad.
Gaspar Llamazares lo tine muy claro: 

"En este tema soy bastante puritano. No existe tal derecho".