Otra frustración más que se va acumulando a las anteriores, como si la capacidad de aguante del país fuese infinita. Todo el mundo es consciente de la necesidad de cambios en la educación, pero los partidos no se han puesto de acuerdo. Sigue imponiéndose la ideología a la visión de Estado. Ni siquiera son capaces de ponerse de acuerdo sobre cambios técnicos. El PSOE no quiere que el Estado reasuma algunas competencias en Educación para no indisponerse con los nacionalistas cuyo voto necesita; los nacionalistas no quieren dar ningún paso atrás en un asunto que consideran estratégico de cara a la conformación de su sociedad; el PP no quiere que los cambios puedan atribuirse a la iniciativa del PSOE, además de aprovechar la ocasión para seguir aumentando el peso de la escuela privada sobre la pública.
Como en las reformas económicas, las medidas habrá que tomarlas, pero se harán con retraso, y en un campo como la educación, en que los efectos tardan tanto en producirse, la lentitud e indefinición agravarán la enfermedad.
lunes, 10 de mayo de 2010
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