jueves, 27 de mayo de 2010

Sin igualdad no hay democracia

¿Cómo ahorrar y al mismo tiempo hacer un sistema universitario más justo? ¿Subiendo los precios de las matrículas?
José Ginés Mora, economista y profesor de la Universidad de Londres cree que así es. Con ese dinero extra, que pagarían los que tengan recursos suficientes, crecería el sistema de becas y ayudas (préstamos). Los jóvenes desfavorecidos podrían en vez de estar ganando dinero en un trabajo, estudiar una carrera. Según Mora, con el sistema actual de matrícuas bajas y un sistema de becas insuficiente (el 0,09% del PIB frente al 0,25% de la media OCDE), se subvenciona igual a los que tienen y a los que no.

Los estudiantes pagan de media, entre el 10% y el 20% del coste real de sus estudios. Pagan de media 900 euros, cuando el coste real es casi 8.000, con lo que la subvención asciende a más 7.100 euros. No se tiene en cuenta el nivel de renta. Sólo el 10% de los hijos de personas sin estudios llega a la universidad, mientras llega hasta el 60% en el caso de los hijos de universitarios.

Otra idea es que paguen más los que suspendan. Las elevadas tasas de repetición y de abandono que suponen un enorme despilfarro. Así, se pagaría en la segunda matrícula el 50% del coste real y el 100% en la tercera. Más despilfarro, el alto número de universidades repartidas por España (47), con una oferta tan parecida que, al descender el alumnado por la curva de natalidad, algunos centros se han vaciado.

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