jueves, 24 de septiembre de 2009

Hijos contra padres

En España hay algo más de tres millones de menores de entre 12 y 18 años. Para muchos padres son una fuente de problemas. Los casos de violencia se disparan sin distinción de clases sociales, anuncian el fiscal general y con él los periódicos. En 2008, 4.200 padres denunciaron a sus hijos (es decir, se inició un expediente por agresión de hijos a progenitores), un 56% más que los 2.683 del año anterior.

José A. Marina matiza:
Ante un problema complejo, y este lo es, resulta peligroso dar explicaciones simples. En primer lugar, debemos evitar la tentación de culpar de estos hechos a los padres, por no haber sabido educar a sus hijos. La cosa es más complicada. La OMS ha advertido del aumento de trastornos de personalidad en adolescentes, que no son debidamente detectados. Los especialistas estadounidense marcan una trayectoria evolutiva que empieza incluso antes de los 8 años. La balizan con tres siglas ODD, CD, SVQ ( en castellano, Trastorno de oposición desafiante, Trastorno de conducta, Comportamientos violentos graves). Estas conductas se ven agravadas por el consumo de alcohol o de drogas, incluidos los porros. Necesitamos mejores servicios de psiquiatría infantil y adolescente para atenderlos.

La educación también influye, por supuesto. Hay adolescentes a los que nunca se les ha puesto límites, y a los que no se les ha educado para soportar la frustración. Eso hace que cuando se les niega algo, como es inevitable que suceda, se consideren agredidos y respondan con violencia contra quien ha frustrado sus deseos: padres, docentes o la sociedad en general. Los padres también son víctimas del modelo permisivo que hemos construido entre todos, y con frecuencia se sienten impotentes. Por ello, deberíamos poner a su disposición los programas de prevención de estos problemas, que se han mostrado eficaces.

No hay comentarios: