El Tripartito catalán en su desesperación por atraer al votante perdido, esos padres de clase media que quieren que sus hijos queden recogiditos en el cole el mayor tiempo posible, promueve medidas populistas como el nuevo calendario escolar para el próximo curso. Comenzar las clases una semana antes, el 7 de septiembre, eliminar como festivo el día después de reyes o prolongar la estancia de los profes en el centrro hasta el 7 de julio. A cambio se creará una semana de descanso escolar para docentes y alumnos a final de febrero o principios de marzo.
Me temo que estas medidas no contentarán a nadie. A los profes se les castiga, para seguir trasmitiendo la idea de que son los responsables del deterioro educativo, a los padres se les dice que habrá más horas escolares, lo cual no es cierto. La semana que adelantan en septiembre se pierde en la semana de vacaciones escolares que se creará a final de febrero y principio de marzo, en la que se pueden realizar actividades extraescolares que habrán de pagar los padres. Incluso la propuesta de suprimir la jornada intensiva en junio lleva incorporadas la excepción, a criterio de los centros, por motivo del calor estival.
martes, 24 de noviembre de 2009
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