La universidad de Sevilla reinventa la pólvora.

Tras la polémica generada por su nuevo reglamento, aprobado hace cuatro meses, el pasado 29 de septiembre, en que se preveía (artículo 20) que un alumno sorprendido copiando in fraganti pudiera terminar su prueba y su caso lo estudiase una comisión paritaria compuesta por tres profesores y tres alumnos (Qué mente demente  y chic pudo concebir semejante engendro), ahora el mismo consejo de gobierno -máxima autoridad en la institución, formado por representantes de estudiantes, profesores, decanos, directores de centros, personal administrativo y su consejo social (la mente demente y chic)- tras una reunión extraordinaria de cuatro horas de duración y un "intenso debate" (cuatro horas de duración y un "intenso debate") ha suspendido dicho artículo.

Ahora, pues, y es aquí donde la universidad de Sevilla reinventa la pólvora:  

El profesor podrá 'actuar según su criterio' si pilla a un estudiante copiando.

¡Albricias!

El ministro Gabilondo ha estado diplomático:

"Creo en la capacidad de autogobierno de la Universidad de Sevilla, creo en la seriedad absoluta de sus instituciones, de su rector y de su consejo de Gobierno".